Los científicos del MIT han registrado, en todo el mundo y de forma simultánea, un aumento en los niveles de metano. Este es el primer cambio significativo en diez años, y contradice muchas de las teorías que señalan al hombre como la principal fuente de gases de efecto invernadero. Por supuesto, debemos ser sumamente cuidosos al analizar estos resultados, pero ¿el calentamiento global podría ser parte de un ciclo natural en el que el hombre no tiene nada que ver?
Durante años hemos despotricado contra las emisiones de gases de efecto invernadero. Concretamente, se ha sindicado al dióxido de carbono emitido al quemar combustibles fósiles (como el petróleo o el carbón) como el responsable máximo del aumento de temperatura de la Tierra. Aumento que, de continuar, derretirá millones de toneladas de hielos perpetuos, sumergiendo más de una ciudad en el proceso. La mayoría de los científicos, y a pesar de las protestas de algunos supuestos chalados que decían que en este aumento de temperatura del planeta nada tenia que ver el hombre, coinciden en que se debe poner fin inmediatamente a estas emisiones si no queremos terminar viviendo en un planeta mellizo de Venus.
Pero ahora, una institución sumamente respetada como es el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, del inglés Massachusetts Institute of Technology), una de las principales instituciones dedicadas a la docencia y a la investigación de los Estados Unidos, sobre todo en temas científicos y de ingeniería, ha descubierto la existencia de un aumento en los niveles de metano, producido en forma simultánea en todo el mundo. Este gas, que también produce el indeseado “efecto invernadero”, no es producido en cantidades significativas por la actividad humana, por lo que al menos de forma indirecta, podría dar la razón a los chalados que mencionábamos antes.
Se sabe que los gases generados por las industrias del hemisferio norte demoran aproximadamente un año completo para desplazarse a través del mundo y llegar al hemisferio sur. Sin embargo, los niveles de metano aumentaron de forma simultánea en todo el mundo, por lo que se cree que dicho incremento puede ser parte de un ciclo natural y no el resultado directo de las contribuciones del hombre.
Estos datos se publicaron recientemente en la Geophysical Review Letters, en un artículo firmado por Matthew Rigby y Ronald Prinn. Ambos cientificos pertenecen a la catedra de Atmospheric Chemistry (algo así como Química de la Atmosfera) en el Department of Earth, Atmospheric and Planetary Science, del MIT.
Los autores han detectado un aumento de varios millones de toneladas de metano en la atmósfera. El metano representa aproximadamente una quinta parte de los gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera, y su efecto es unas 25 veces superior al del dióxido de carbono. Su impacto sobre el calentamiento global se debe a la reflexión de la luz solar de vuelta a la Tierra (como ocurre en un invernadero).
Por supuesto, y aunque pueda parecer innecesario, hay que aclarar que este aumento en la cantidad de metano no alcanza para explicar la totalidad (ni mucho menos) de todo el incremento global de temperaturas. Aún debemos seguir buscando alternativas a la quema del petróleo, incluso dejando nuestros cuerpos en ello.
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